Leticia, Lourdes, Angélica y Juana escuchan a la reportera Karla Tinoco.
Periodismo Indeleble
La travesía por ser “importantes periodistas” suele distraernos del camino. Nos importa más llenar que explicar. Nos preocupa más el cierre que la memoria. Cuidamos el periodismo por segundo, pero no el periodismo por las personas.
La posibilidad que tenemos de convocar a la indignación es también la oportunidad de recordarnos que no somos de otra especie. No somos intocables. Somos trabajadores de noticias y de historias. Nos debemos al lector.
Hace unos días, en nuestra redacción (Sexenio Nuevo León) estuvieron un grupo de madres mexicanas que buscan a sus desaparecidos. Integran Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL). Nuestro compromiso era leerles en voz alta el reportaje final de dos meses de trabajo.
Karla Tinoco, una reportera de 26 años, se sentó frente a ellas y relató cada nombre, lugar y escena que involucraba las voces de Lourdes, Leticia, Angélica y Juana. ¿
Era correcto que las “fuentes” tuvieran acceso a nuestro reportaje antes de su publicación? Puede haber muchas respuestas, pero solo una lección: Karla nos recordó que antes de ser periodistas somos personas intentando comprender qué significa lo que hemos visto, investigado y contado.